¿Qué es el Cortisol? I ¿Cómo el cortisol afecta al cuerpo? I Papel del cortisol en el estrés, el depósito de grasa y el aumento de peso I ¿Cómo funciona la respuesta al estrés? I Efectos del estrés y su relación con el apetito y el aumento de peso I Conclusión I
¿Qué es el Cortisol?
El Cortisol, es un glucocorticoide (esteroide hormona) que se produce a partir del colesterol en las dos glándulas suprarrenales ubicadas en la parte superior de cada riñón.
La mayoría de las células dentro del cuerpo tienen receptores de cortisol. La secreción del cortisol está regulada por el hipotálamo, la glándula pituitaria y la glándula suprarrenal, una composición de glándulas denominada eje HPA (1).
¿Cómo el cortisol afecta al cuerpo?
El cortisol habitualmente se le conoce como la “hormona del estrés” debido a su papel en la respuesta al estrés. Cabe mencionar que la mayoría de las células corporales tienen receptores de cortisol, por lo que afecta y/o contribuye diversas funciones importantes en el cuerpo (2).
Dentro de sus funciones principales en el cuerpo, este ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, regula el metabolismo, suprime las reacciones inflamatorias del cuerpo, controla la presión arterial e interviene en el uso que el cuerpo hace en la síntesis de grasas, proteínas y carbohidratos; entre otras (3).
Más allá de los beneficios que pueda aportar el cortisol en el cuerpo, los científicos han encontrado que los niveles elevados de cortisol pueden interferir con el aprendizaje y la memoria, disminuir el sistema inmunológico, la función y la densidad ósea, aumentar el aumento de peso, la presión arterial, colesterol y enfermedades del corazón (4).
Si bien el cortisol es una hormona esencial para nuestra salud y bienestar en general de nuestro cuerpo, hay que mantener sus niveles en un estado óptimo.
Papel del cortisol en el estrés, el depósito de grasa y el aumento de peso
A medida que tu cuerpo percibe el estrés, tus glándulas suprarrenales producen y liberan la hormona cortisol en el torrente sanguíneo, ocasionando un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser autolimitado. Una vez que ha pasado una amenaza percibida, los niveles hormonales vuelven a la normalidad.
A medida que bajan los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles de referencia y otros sistemas reestablecen sus actividades (5).
De igual forma, el cortisol ayuda a regular los niveles de energía del cuerpo; moviendo la energía de las reservas de grasa a los tejidos que lo requieren. Si el cuerpo está bajo estrés, provee proteínas para su conversión en energía.
Por lo tanto, los niveles de cortisol pueden aumentar cuando el cuerpo se encuentra bajo estrés.
De acuerdo con Hayk, las personas que tienen una mayor exposición al estrés pueden tener una mayor reactividad al cortisol. Y a su vez, dicha exposición al cortisol puede haberlos llevado a acumular una mayor cantidad de grasa abdominal. Según sus revisiones los pacientes con obesidad abdominal tienen niveles elevados de cortisol (6).
Por otra parte, un estudio realizado por la Universidad Yale sugiere que las mujeres sin sobrepeso que son vulnerables a los efectos del estrés tienen más probabilidades de tener un exceso de grasa abdominal y niveles más altos de cortisol (7).
Los investigadores de Yale encontraron una asociación entre los niveles elevados de cortisol y un aumento del apetito, lo que potencialmente podría promover el aumento de peso de las mujeres.
Teniendo en cuenta lo mencionado, cabe destacar que el cortisol además de hacer que aumente tu apetito, no se puede dejar de lado el efecto causado por el estrés y su relación directa con el aumento de peso.
Al estresarte, tus niveles de cortisol aumentan, comes en exceso para sentirte mejor y tu cuerpo tiende a almacenar esta grasa en el área abdominal.
Por lo tanto, es de gran importancia mantener tus niveles de cortisol bajos y tratar de mantener controlados los factores que pueden estar generando estrés en tu vida.
Los eventos estresantes son inevitables en la vida diaria, no obstante, tenemos la capacidad de controlar lo que percibimos como estresante y la manera en cómo reaccionamos ante dichos factores.
¿Cómo funciona la respuesta al estrés?
La respuesta al estrés inicia en el cerebro. Cuando experimentamos un evento estresante o percibimos una situación de peligro, la amígdala, un área del cerebro que contribuye al procesamiento emocional, envía una señal de alerta al hipotálamo. Esta área del cerebro se comunica con el resto del cuerpo activando el sistema nervioso simpático, enviando una variedad de respuestas, incluida la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, para que podamos tener energía para luchar o huir de la situación (8).
De acuerdo con varios estudios, el estrés puede alterar la ingesta total de alimentos de dos formas, lo que resulta en una alimentación insuficiente o excesiva, lo que puede estar influenciado por la gravedad del factor estresante (9).
Efectos del estrés y su relación con el apetito y el aumento de peso.
Los efectos del estrés difieren según el tipo y la duración del factor estresante. Durante el estrés agudo, el apetito suele suprimirse (10) y en el estrés crónico se promueve el deseo, la búsqueda y la ingesta de alimentos ricos en energía y nutrientes, es decir, aquellos que tienen un alto contenido de azúcar y grasa (11).
La evidencia de estudios longitudinales ha indicado que el estrés crónico puede estar causalmente relacionado con el aumento de peso, y se ha observado un mayor efecto en los hombres.
Según investigaciones sobre los marcadores biológicos del estrés, la alimentación inducida por el estrés puede ser un factor que contribuye al desarrollo de la obesidad (12).
El estrés crónico puede aumentar el riesgo de obesidad, sugiere una investigación. Los investigadores encontraron que las personas que tenían niveles persistentemente altos de la “hormona del estrés” cortisol durante largos períodos de tiempo pesaban más, tenían un índice de masa corporal (IMC) más alto y una cintura más grande, en comparación con aquellos que tenían niveles bajos de la hormona (13).
Conclusión
El cortisol se puede controlar en gran medida y la buena salud puede recuperarse cambiando la dieta, la rutina de ejercicios, el sueño y manteniendo bajo control los niveles de estrés.
Fuentes de Contenido:
Scrum Fit tiene pautas estrictas de análisis de información y se basa en estudios revisados por pares, instituciones académicas de investigación y asociaciones médicas. Evitamos el uso de referencias terciarias. Puede obtener más información sobre cómo nos aseguramos de que nuestro contenido sea preciso y actual leyendo nuestra política editorial.
- Bancos, I. (2022). Adrenal Hormones. Recovered from https://www.endocrine.org/patient-engagement/endocrine-library/hormones-and-endocrine-function/adrenal-hormones#:~:text=Cortisol%20can%20help%20control%20blood,and%20helps%20control%20blood%20pressure.
- Van der Valk ES, Savas M, Van Rossum EFC. Stress and obesity: Are there more susceptible individuals?. Curr Obes Rep. 2018;7(2):193-203. doi:10.1007/s13679-018-0306-y
- Thau L, Gandhi J, Sharma S. Physiology, Cortisol. [Updated 2021 Sep 6]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Recovered from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538239/#_NBK538239_pubdet_
- Wagh (Patil) Sanjeevani D (2016) Role of cortisol in stress, fat deposition and weight gain in women, International J. of Life Sciences, 4 (4): 599.-601
- Arakelyan, Hayk. (2019). Cortisol, Stress and Obesity. Recovered from https://www.researchgate.net/publication/337136651_Cortisol_Stress_and_Obesity/citation/download
- Arakelyan, Hayk. (2019). Cortisol, Stress and Obesity. Recovered from https://www.researchgate.net/publication/337136651_Cortisol_Stress_and_Obesity/citation/download
- Yale University. (2000, November 23). Stress May Cause Excess Abdominal Fat in Otherwise Slender Women, Study Conducted At Yale Shows. ScienceDaily. Retrieved April 30, 2022, from www.sciencedaily.com/releases/2000/11/001120072314.htm
- Harvard Health Publishing. (2020). Understanding the Stress Response. Recovered from https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/understanding-the-stress-response
- Denson, T. F., Spanovic, M., & Miller, N. (2009). Cognitive appraisals and emotions predict cortisol and immune responses: a meta-analysis of acute laboratory social stressors and emotion inductions. Psychological bulletin, 135(6), 823. Recovered from https://psycnet.apa.org/fulltext/2009-19763-001.html
- Charmandari, E., Tsigos, C., & Chrousos, G. (2005). Endocrinology of the stress response. Annu. Rev. Physiol., 67, 259-284. Recovered from https://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev.physiol.67.040403.120816
- Adam, T. C., & Epel, E. S. (2007). Stress, eating and the reward system. Physiology & behavior, 91(4), 449-458. Recovered from https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0031938407001278
- Torres, S. J., & Nowson, C. A. (2007). Relationship between stress, eating behavior, and obesity. Nutrition, 23(11-12), 887-894. Recovered from https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0899900707002493
- Arakelyan, Hayk. (2019). Cortisol, Stress and Obesity. Recovered from https://www.researchgate.net/publication/337136651_Cortisol_Stress_and_Obesity/citation/download